viernes, 30 de marzo de 2007

Primavera

"Llegó la primavera", claro, tengo que acostumbrarme a las nuevas fechas, ahora es el 21 de marzo. Pero más que cuándo, la pregunta es cómo. Se puede llegar por la puerta trasera, a oscuras, en puntas de pie, sin aviso, con invitación, tocando timbre, palmeando, tarde, con facturas para el mate, con ilusión, con pena, cansado, por equivocación, perfumado. Pero acá la primavera parece que llega y se va rápido, tanto que para algunos ni existe, es por eso que en el instituto tenemos "trimestre automne" (otoño), "trimestre hiver" (invierno) y "trimestre été" (verano)...de la primavera (le "printemps"), ni noticias. Palabra hay, pero entonces, por qué el olvido? es la astucia del verano que consigue acaparar los meses que no le pertenecen? (..me han dicho que acá el verano viene del sur, lo que vuelve esta hipótesis altamente plausible); es la entrega del "soldado desconocido" que, aun a sabiendas de su inminente final, se lanza igualmente a la lucha para contribuir al honor de quienes van a sucederle? O es la resignación del artista que pinta, esculpe o escribe las obras que nunca firmará con su propio nombre ? Mi sospecha es que la primavera es el sosiego de quien se sabe amado en secreto. Feliz primavera.

Polaco..

Sabés que Quico va a un mostrador y dice:
-"me da un vaso de vino?"
y el bolichero le contesta :
-"tinto o blanco?"
-"sorpréndame"..

"Acá yo estaba en el camarín con tres pibes, a la pelota.. sabés cómo andan estos? andan de verdad. Qué lindo es a esa edad que les guste el tango, que lo toquen y que lo interpreten. Porque no hay nada más dificil que el tango..el tango bueno, por supuesto. Hay tangos que ni yo me acuerdo, te acordás el del Tigre Millán, que dice "Nunca fue correspondido y ella al fin lo traicionó" pero, cómo te va a traicionar si nunca fuiste correspondido?!"

(Goyeneche)

Volver

Qué es lo que nos hace "extrañar", la distancia o el paso del tiempo? Cuando uno está en un lugar distinto al que estaba habituado, cuando nada del entorno resulta familiar, conocido ni previsible, los mecanismos probablemente se confunden.

Ciertos días nos arrebata el deseo de volver, de levantarnos y mirar por esa ventana; de cruzar la calle y encontrar la panadería, el almacén de los coreanos, el camino hacia la casa de los viejos; de esperar con la mesa puesta a que suene el timbre; el "60" y el "152"; Echeverría y la vía...Pero si lo que verdaderamente se anhela es el pasado, los momentos vividos, al fin de cuentas, poco importa el lugar del planeta en el que uno se encuentre...porque al pasado, nunca se vuelve. Como dice Dolina..."Aún cuando fuera posible volver al pasado, nada seria igual. Todos los actos de nuestra vida repetidos minuciosamente, serían distintos al estar ocurriendo por segunda vez. Esta diferencia es sustancial. Llevaríamos con nosotros la carga de la experiencia anterior. Nos estaría negada la ansiedad y la esperanza. Con que entusiasmo apostaríamos a las cartas que ya sabemos perdedoras? Alguien dirá:sería preciso borrar la memoria y volver al pasado sin recordar que ya lo vivimos. Respuesta: de qué sirve volver si uno no sabe que vuelve? Para el caso es posible pensar que ahora mismo estamos viviendo por segunda o quinta vez la misma vida."

Mientras nos despedimos de Dolina los Chalchaleros entonan : "La casa, ya es otra casa, el árbol ya no es aquel. Han volteado hasta el recuerdo, entonces a qué volver?...`"

En conclusión, si no hay a donde volver, tampoco hay distancia. Y si no hay distancia, es que quizás nunca nos hemos ido..

jueves, 29 de marzo de 2007

De vez en cuando la vida...

Una canción de Serrat y un texto, encontrado hace unos meses bajo los efectos del "pellizco" (no sé a dónde se ha ido, pero me ha dicho que lo espere...lo tienen Uds. por ahí?).

De Fernando Savater Filósofo español
"Me lo contaron hace años unos amigos italianos, que estuvieron de visita en San Sebastián. Tras una jornada de playa y gratos paseos, cenaron suculentamente en un asador de la parte vieja donostiarra. De repente, sobrecogedoramente, comenzaron a oír un coro que se les antojó celestial: entonaba nada menos que el "Va pensiero" de la ópera Nabucco, el clamor de los prisioneros por la libertad perdida y la nostalgia de la patria. Eran voces maravillosas, arrebatadoras, mágicas.Es que de vez en cuando lo maravilloso puede asaltarnos la vida. Por azar, por arte, por una de esas coincidencias que embrujaban a Jung, a veces porque hemos bebido o fumado algo estupendo, se abren las puertas que nos separan del fondo de las cosas y conectamos.Por un instante, todo parece ser como siempre debiera ser, pleno, intenso, gravemente alegre: después se desvanece poco a poco, pero nos queda el ramalazo tonificante de lo que hemos sentido durante ese momento. Y ayuda a vivir, vaya que si ayuda.Los aficionados a los toros hablan del "pellizco": es un algo más que habilidad o arte que ponen ciertos toreros en las suertes y que transmite a los espectadores el latigazo que el alma siempre espera para lanzarse al ruedo de la vida. Pero a quien no le gusten los toros no debe preocuparse, porque este pellizco puede conseguirse de muchas otras maneras. Salta con un verso, con una sonrisa o una caricia, al escuchar que alguien dice no o sí justo cuando y como es debido... Es un regalo precioso pero multiforme y quizá no tan raro como suele creerse.Si no me equivoco, también las emociones que suelen llamarse religiosas con mayor propiedad pertenecen a este género: el de lo que dábamos por muerto pero no lo está y vuelve para traernos más vida.El pellizco es la salvación momentánea, lo que nos rescata. En uno de sus majestuosos momentos inspirados dice Víctor Hugo que el tigre "lleva su piel marcada por la sombra de la jaula eterna". En esa jaula eterna estamos todos encerrados, fieras y humanos. De vez en cuando llega el pellizco, para que comprendamos por un instante que los barrotes son sólo sombras y que nuestro destino es abierto, como cuanto cubre el resplandor del sol."
Copyright Clarín y Fernando Savater, 2006

miércoles, 28 de marzo de 2007

Estoy en algún lugar del mapa


"Dónde estás?" Para dar una respuesta sencilla y práctica, nada mejor que el mapa.
Siempre y cuando consideremos que sólo es posible estar en un solo lugar (si me ven caminando por Juramento y Cabildo.. no salgan corriendo!). Digamos que en este momento estoy dentro del círculo verde, un poco más arriba está Groenlandia.

lunes, 26 de marzo de 2007

"El camino de San Diego" (peli)



Una de las cosas que más me gusta de este barrio, el "Plateau Mont Royal" (intuyo que debe su nombre a que desde cualquier calle se puede ver la montañita "Mont Royal" que nos regala un poco naturaleza) es la "Boite Noire", sobre la avenida Saint Denis, casi esquina "rue Mont Royal". Es un videoclub que nació hace 20 años con 50 películas y que hoy tiene un catálogo del tamaño de las páginas amarillas, con cine de todos los lugares y tiempos (o de casi todos). Pero esta peli a la que quiero hacer referencia no la vi gracias a la "Boite..", sino gracias a la recomendación de mi amiga Diane, que me invitó a ir a "Festivalissimo", un festival de cine latinoamericano que ya tiene más de 10 años por estos lares. La sopresa fue muy grata, mucho cine en castellano, y mucho cine argentino! (y con empanadas y todo). Con decirles que "El aura" (la última peli de Darin), ganó el premio del jurado. Entre las más conocidas, estuvieron "Tiempo de valientes" con el divino de Peretti, y...la más esperada por mí "El camino de San Diego" de Carlos Sorín, el mismo que dirigió "Bombón, el perro" (que la vi acá también en mi primer viaje del 2005) e "Historias mínimas".
Todo contribuyó a pasar una de las tardes más lindas desde que llegué. El cine estaba repleto, la peli sin traducciones ni doblajes (!), con paisajes y tonadas del litoral. Aunque..el argumento de la peli se anticipaba un poco bizarro, hay que reconocerlo: Tati, un peón que trabaja cortando madera en la selva misionera, ama a Maradona, y cree encontrar en la raiz de un árbol caido luego de una tormenta una figura que representa la imagen "del Diego" alzando la copa. Ese hallazgo coincide con la internación de Maradona en Buenos Aires...por lo que finalmente lo impulsan a emprender el viaje desde Misiones para entregarle la escultura como regalo. La peli narra el viaje de Tati, a dedo, desde el pueblito de Misiones hasta la quinta donde se alojaba Diego en General Rodriguez. Larga ruta, muchos encuentros, y el sueño...

Sin duda, uno de los momentos más aplaudidos fue la aparición del actor de la peli anterior, "El perro" (que como saben, devino actor a partir de esa película...como la mayoría de los actores de Sorin)

Para resumírselos, una peli que te deja feliz, con una sonrisa ancha, y por largo rato...lo que no es poco. Sin más vueltas, no dejen de verla si no la han visto! Acá el link, para escuchar un poquito de la música entrañable que tienen todas las pelis de Sorín.




Esta semana, si!


Buenos Aires, diciembre 2006















domingo, 25 de marzo de 2007

Despedida

Si, hoy fue un día primaveral. Salí de mi casa a las 2hs de la tarde, sin guantes, sin gorro y la bufanda, aceptó su inutilidad a las pocas cuadras. La avenida desbordaba de gente, muchisima gente, con perros, con chicos (si, hay algunos!), jóvenes, viejos, todos contentos, sonrientes. Felicidad en los abrigos cortos, en los pelos sueltos, en las zapatillas. En todos lados se lee "SE ACABO EL INVIERNO": C'est fini!. Así como llegó, se fue. Y así, de un día para otro, aparecen las sillas en la vereda, los helados, las bicicleterías, las ardillas. El pasto asoma un poco tímido, se sabe feo y viejo, pero sobreviviente al fin. En el "Parc Lafontaine" otra vez, un lago. En el fondo de mi casa, otra vez, un jardín. También retornan los cordones de la vereda y las escalinatas. Dos nenas juegan a tomar el té bajo el sol de la tarde. Un hombre comienza a leer un libro, en la puerta de su casa. Será que la felicidad está en lo breve, en lo que resulta intenso pero finito? A pesar de la ilusión por lo que vendrá, no puedo evitar la nostalgia. Allá se van el café "moyen mi-brun" de los domingos, los brioches de canela, los libros, las tardes oscuras y largas. Sin embargo, aunque se que voy a extrañarlo, esta vez, tengo suerte. El invierno siempre vuelve.

Un poquito de nieve

Para que me crean, si, estoy acá, y este fue mi primer invierno.

Silvia


A Silvia Luna la conocí en Octubre de 2005, en un congreso. Nos dimos cuenta de, por esas cosas del azar, nuestros trabajos hablaban de lo mismo. Ella sobre México, yo sobre Argentina. Ese mismo día, durante la cena, me propuso que enviáramos nuestros trabajos a una revista, el hecho de que trataran sobre el mismo tema probablemente aumentaría nuestras chances. Nos volvimos a ver en febrero de 2006, esta vez en Córdoba. Reiteramos la promesa. Durante el resto del 2006 seguimos en contacto, y a pesar de la distancia, finalmente logramos el objetivo. Más allá del esfuerzo de cada una, en mi caso le debo mucho a Silvia, por su confianza, por su insistencia. Como me dijo en noviembre, en uno de sus últimos mails "Finalmente ¡lo logramos!".

Por esas cosas de la vida, de Dios...Silvia falleció el 17 de enero de 2007, en Paris, a donde había viajado para continuar su trabajo. Miles de preguntas, hoy simplemente, quiero recordarla.

Un homenaje

Cuando llegué a Montréal (ya hace 7 meses, como pasa el tiempo) entre los múltiples desafíos a encarar el del "invierno" era sin duda, el más temible y desconocido. Recuerdo el 21 de octubre, un domingo como hoy, estaba sentada en esta misma mesa, de este mismo bar (el "Second cup", Mont Royal est, a 4 cuadras de mi casa, en una esquina), y de golpe, plaf, los primeros "flocons" de nieve del otro lado de la ventana, y una exclamación mezcla de admiración y resignación "ya empezó a nevar.... noviembre, diciembre, enero, febrero si tengo suerte, mitad de marzo, osea, va a estar jodida la cosa...". A partir de allí, sin planearlo demasiado, surgieron dos preguntas existenciales: 1) cuánto tiempo iba a durar con la misma cantidad ropa; 2) hasta cuando iba a poder seguir caminando de mi casa al instituto (15 cuadras). Los mensajes entre hemisferios comenzaron a estar dominados por una única temática. De este lado, la información sobre temperatura máxima y mínima de cada día; del otro, la sabiduría y el consejo "che, qué frio, abrigate!!"

Noviembre vino finalmente con lluvia, y la camperita negra se mantuvo estoica en su puesto, aunque las botas importadas comenzaron a patinar un poco. Diciembre llegó con privilegio de verano prestado, y con poca ropa (pero por motivos decentes, aclaro). El retorno al norte me dio la "bienvenue" con promedio de 15 grados bajo cero, sin más concesiones. Y con la nieve, el viento y la escarcha, llegó el ritual: abajo del pantalón, las medias de lanita (varios pares, a no asustarse); arriba, remera de manga larga y sweater (costumbre antigua, sin sorpresas); y en las extremidades -acá si, las grandes innovaciones-: la campera con "capucha de borde de simil-piel", la tríada "guantes-gorro-bufanda", y los borseguies, que inevitablemente debía sacarme al entrar a cualquier lugar, mezcla de tradición japonesa con nieve derretida.
Medias-bufanda-gorro-guante, amada y necesaria secuencia. Y aunque no lograron evitar que la nariz goteara, que las nalgas desaparecieran, (aunque en mi caso esto fue fácil, no había mucho que transmutar), que la boca se petrificara, que los cachetes se enrojecieran y que las manos se transformaran en finas lijas...los voy a extranar. Ellos a mí...creo que no!!

Calendario Quebequense

Acción de Gracias (Septiembre 2006)















Halloween (Octubre 2006)




















Y empanadas chez moi! (Noviembre 2006)

Año nuevo Chino


Hace unas semanas se celebró el año nuevo chino. Como en la mayoría de las grandes ciudades, acá también tenemos un "Barrio Chino", bien delimitado, y en donde es posible encontrar: restaurantes chinos, negocios de artículos chinos, supermercados chinos, y por supuesto, chinos. Mi amiga Diane me había propuesto hacer una visita guiada por el barrio, con motivo de la celebración de la fiesta del año nuevo, la invitación resultó muy tentadora...ya que además de tener la oportunidad de conocer un poco más sobre esta apasionante cultura, la visita concluía en un restaurant. La propuesta era ir con Benoît, con otro de mis profesores del instituto, Nong Zhu (si, chino), y su hijo. Lamentablenente Diane no pudo venir porque dos días antes murió su mam­á, por lo que la visita con el grupo se suspendió. Pero yo también la había invitado a Grazia (para que se distrajera un poco, ya que la semana anterior hab­ía cortado con su novio). Así que, a pesar de la nieve de ese mediodía, allá partimos..aunque sin el restaurant. Aquí algunas de las fotos, sacadas en el interior de un templo.


Y como no podía faltar, la "galleta de la suerte", (aunque en este caso, sin galleta..espero que al menos con suerte). Una moneda basta para que la señora entre a la pagoda a buscar las claves de nuestro destino. Este es el mensaje que le han dado para mí, enrollado en un un cilindro amarillo:
"Establising oneself, and seeking also to establish others.
To sacrifice and dedicate yourself, you will have success in your career"
A recordar: este es el año del Chancho.