miércoles, 11 de febrero de 2009

Irse

..ayer estuvo dificil la noche, entre el resfrío incipiente y Sylvestre que se puso bastante molesto estos últimos días porque, debo reconocer, van como 2 semanas de cautiverio..Desde hace unos días también tenemos como un semi-verano, todo se derrite, al caminar unas cuadras dan ganas de quedarse sin campera, sin gorro, la nieve se va escurriendo. Entonces, esta mañana, salimos los dos, Sylvestre y yo..uno de los dos corriendo (..fácil advertir quien). Lo dejé caminar un poco y lo traje de vuelta para hacerle acordar que esta es su casa...y por supuesto se volvió a ir lo más rápido que pudo, no vaya a ser que la loca se arrepintiera.

Hoy por la tarde, mientras iba llegando a casa, me puse a mirar a ver si lo encontraba metido en alguno de sus escondites. Pero nada. Unos metros antesfijé la viste sobre las escaleras de mi puerta, pero no se veía ningún bulto...Llegué a casa, y antes de entrar, volví a mirar a mi alrededor, pero evidentemente por ahí no andaba. De repente, escuché un ruido que parecía el de su cascabel, al final era una mujer que bajaba de un auto, el sonido de las llaves contra el picaporte.

Estaba girando el mio, por las dudas me volví por la espalda otra vez..y esta vez si encontré a alguien. Sylvestre me miraba desde la vereda de enfrente. Agité las llaves, me miró de nuevo y cruzó la vereda. Entró..y se fue a tomar agua.

Que lindo que es volver cuando uno es libre.

martes, 10 de febrero de 2009

Sylvestre

Bueno, aquí la revelación: uno es Anselmo, el gato que me regalaron mis hermanas en 2004 y que se quedó en Buenos Aires cuando me vine para acá y el otro, desde hace un mes, es Sylvestre, de Montréal.

Resulta que en el verano andaba siempre por la cuadra y como tenía un cascabel y era igual a Anselmo, me resultaba muy simpático verlo. El problema es que en invierno también siguió dando vueltas por la cuadra y eso ya era un poco más raro. Un día de vuelta en mi casa, lo vi maullando delante de la puerta de mi vecina, entonces pensé que lo había dejado afuera y como hacia mucho frio, me dio pena y lo hice entrar a mi casa...dejé un teléfono para que lo vengan a buscar...pero nunca vinieron... Volvi, toqué la puerta varias veces hasta que los encontré. Me atendieron, y me dijeron ahí, sin vueltas, que me podía quedar el gato si quería porque en realidad no vive ahi, sólo va a comer. Parece que los otros vecinos (los que viven al lado de esa casa) se fueron y lo dejaron..Y ellos, no lo adoptaron porque no está acostumbrado a vivir adentro..y claro, si lo abandonan es dificil que se acostumbre a no estar abandonado...

Al principio me resistí a la idea porque no estaba en mis planes...de todas maneras esa noche se quedó a dormir. Pero al dia siguiente lo dejé ir porque no estaba castrado, y mi casa empezaba a advertir su presencia. Mientras lo veia irse caminando sobre la nieve, sin poder evitar sentir que yo también lo estaba abandonando (pero NO era mio!) aparece un senor que me dice, "ah si, ese gato viene siempre a mi casa y le doy de comer" se ve que sus fronteras son amplias... "pero yo no lo puedo tener porque ya tengo una gata, dejalo ir, y que no me vea porque sino me va a seguir"...lo que dio aun mas drama a todo el asunto.

Cuestión que el gato por supuesto se fue, y yo tomando conciencia de mi crueldad, sali a correrlo a ver si lo agarraba, pero por supuesto se habia escondido abajo de un auto, ahi estaba yo tirada sobre la nieve tratando de agarrar al gato...lo bueno de hacer estos papelones en Canadá es que nunca hay nadie en la calle... Al final lo agarré. Partí con la intención de llevarlo a una veterinaria, pero obviamente a las dos cuadras el gato saltó y se fue corriendo (quizás gritando"hay una loca suelta!").

Volví a mi casa sintiendo que era la persona mas desalmada que existe sobre la faz de la tierra., pero por otro lado era obvio que sin saber si me voy a quedar no se puede tomar esa responsabilidad. Al dia siguiente, una cuadra antes de llegar a mi casa, lo encontré otra vez. Estaba justo subiendo una escalera, entonces esperé a ver que hacía. Y quién abre la puerta? el señor que me habia encontrado el dia anterior, el dueño de la gata. Claro, se ve que le tocaba pedir comida ahi ese día. Entonces me preguntó "y, te lo vas a quedar?" le dije "nooo..no sé.....pero...". Mientras tanto, el gato esperaba en la puerta para entrar, al final entramos los dos. Aparece la esposa, me dice "ah, si, ese gato siempre viene a pedir comida..pobrecito, pobrecito".

A los 5 minutos estaba yo afuera, con una mano sosteniendo el gato que estaba metido en una jaula que ellos me prestaron (observacion: la jaula debe datar de 1924) y en la otra mano el telefono de una veterinaria... LLegué a la veterinaria, "las reglas de Québec dicen que hay que esperar 10 días para castrar un animal de identidad desconocida, ese plazo empieza a contar después de haberle dado las vacunas reglamentarias"..Sali a una cabina de teléfono para llamar a otras veterinarias para saber si castraban ESE dia (escena: cabina +gato enjaulado+ yo), por supuesto no porque "las reglas de Québec dicen.."Resignada, me fui a un supermercado a comprar las piedras y todo eso. Una señora me dice "ay que lindo gato, lo puedo ver?". Como me vio que yo estaba toda cargada (mochila, gato enjaulado, piedras, comida, etc) se ofreció a acompañarme a mi casa (..gato no caza hombres..caza mujeres locas que viven con 4 gatos..que mala suerte..). Bueno, la señora muy dispuesta agarró una de las bolsas y me acompañó, mientras me contaba la historia, de los 4 gatos que viven con ella...Pero la verdad fue util porque sola no hubiera podido traer todo, estaba como a 15 cuadras. Cuando se va me dice "yo trabajo como conductoa de la linea de subte azul"jaja...ahi entendi mejor...y por las dudas le dije que tomo la linea naranja.

Y bueno...el proceso de domesticación sigue en marcha, la operación salió bien y quizás en unos días, pueda volver a salir a pasear..(creo que es lindo pasear cuando se uno tiene a donde volver..)