miércoles, 23 de julio de 2008

"A hard day's night"...

Hace un par de meses, llegué a la conclusión de que a veces "vivo en un termo"...aunque quizás para ustedes no sea novedad. Una tarde de viernes, llegué a mi casa, y encontré un mensaje de mi amiga Analía en el contestador "Hola! voy a enterarme de cómo está el clima en Montréal mientras miro la carrera de F1 que se corre este fin de semana ahí, un beso!". Y entonces, asi fue como me enteré de que ese fin de semana, había una carrera de fórmula 1, en Montréal, mirá vos. Gracias al mensaje de mi amiga Analía, pude entonces entender por qué esa noche (noche de viernes), la avenida Saint Laurent estaba cortada y convertida en peatonal, por qué había stands con publicidad de autos y simuladores, y sobre todo, por qué había tantos hombres solos caminando por la calle...menos mal, sino me hubiera preguntado, "y dónde estaban todos esos hombres antes que yo no los había visto?? mirá lo que se descubre cuando termina el invierno!" jeje.

Bueno, confieso que esta vez casi me pasa lo mismo...me salvó el pronóstico meteorológico (buscaba saber si va a dejar de llover en Montréal, ya que hace aproximadamente un mes que tenemos clima sub-tropical, como si estuviéramos en una playa de Brasil con la diferencia de que no estamos en una playa de Brasil). Y entonces encontré otra noticia: el domingo 20 de julio, tocaba gratis, en la ciudad de Québec, nada más y nada menos, que Paul Mc Cartney, en el marco de los festejos por los 400 años de la fundación de la ciudad. Este anuncio se había hecho hace algunas semanas, y había suscitado -como era de esperar-, el típico debate québecois: Es conveniente invitar a un inglés a festejar una celebración que conmemora la llegada de los franceses? (...que luego cedieron estas preciosas tierras al reino de la Gran Bretaña y c'est fini..). Si, hubo gente que gastó tiempo y tinta en preguntar si había justificativos suficientes para invitar a Paul Mc Cartney, teniendo en cuenta no sólo lo inconveniente de su nacionalidad (como si Québec no siguiera perteneciendo a Canada) sino que, encima, hace como 25 años que no tiene un hit...este fue sin duda el argumento más gracioso, en definitiva, alivia pensar que la brutalidad es simplemente, humana..

Entonces, me pregunté: "voy o no voy?" y ...como 2 segundos después dije "pero obvio que voy!"...quienes me conocen saben lo que significa para mí (..que escuchar a Los Beatles fue lo único --emocionante-- que hice entre mis 14 y 18 años).

Pero, en Québec la espontaneidad no siempre es virtud...imaginé que los québecois ya habrían reservado con semanas de anticipación un asiento en los ómnibus hacia Québec. Entonces, sin hacerme ilusiones, fui a la terminal. Comprobé (máquina mediante) que en realidad los pasajes se venden abiertos y sin numerar, osea que cabía la esperanza de encontrar un lugar. Para el regreso después del recital, la empresa había previsto hacer la reserva vía internet, aunque imaginé que iba a ser más complicado el asunto, considerando las miles de personas que saldrían corriendo como yo en ese mismo momento para encontrar un lugar...De todas maneras, y a pesar de la cuota de incertidumbre, me fui...en última instancia, tendría que quedarme unas horas más en la terminal, y soy joven che!

El domingo cerca del mediodía, hice la mochilita y partí. Con grata sorpresa comprobé que si bien había mucha gente, habían puesto servicios adicionales, tuve sólo media hora de espera, al rato estaba sentada en primera fila, rumbo a Québec!

La ruta estaba cargada...sobre todo porque estaban haciendo mantenimiento (hay que tener en cuenta que la mayor parte del año hay nieve..). Llegamos unas tres horas después. Hacía mucho que no iba a Québec, y en realidad, cai en la cuenta de que nunca había ido sola, la primera vez fui en auto unas horas (y en pleno invierno...nunca volví a sentir tanto frio en mi vida, ni siquiera estos dos últimos inviernos) y otra vez en noviembre pasado con el grupo Oxygène, pero estuvimos en la ciudad sólo por la noche. Si, era una locura de gente. Pero Québec es una ciudad tan linda, objetivamente, es mucho más linda que Montréal, conserva un estilo típicamente europeo, realzado por el rio y por las colinas que lo bordean, es realmente una ciudad para perderse varias horas.

Y en efecto, me perdí un poco. Al llegar a la terminal, tomé previsoramente una de las guías gratuitas, por suerte había un mapa desplegable y desmontable! (siempre tan organizados). Improvisé rápidamente un trayecto, el destino final era "les plaines de Abraham", un parque gigante, ahí se hacía el recital. Tenía una vaga idea de donde quedaba, pero no sabía exactamente cuáles eran los acceso habilitados...y entonces, me entregué al destino, como siempre.

Después de haber paseado por las peatonales que bordean el "Chateau Frontenac", y de haber almorzado un super sandwich de pollo..y mango (porque era el más barato), enfilé para el parque. Bueno, eso creí. Tomé por una avenida que parecía importante y empecé a caminar. Y caminé, y caminé, de un lado el rio, del otro la montaña. Empecé a sospechar que no era el camino adecuado. Me detuve para preguntarle a una pareja que se estaba subiendo a una moto, tenían toda la pinta de ir al recital. Me dijeron para llegar al parque que tenía que pasar la montaña, para eso, tenía que subir por unas escalinatas que estaban a unas cuadras.

Finalmente, encontré las escalinatas, y a dos policias que las custodiaban, y que explicaban a otro grupo de gente que se había acercado hasta ahí como yo...que las escalinatas estaban clausuradas. Había entonces sólo dos caminos posibles: retroceder para ir por el centro (..de ahí venia yo) o seguir caminando por esa avenida hasta encontrar la avenida Gilmore que llevaba al parque. En definitiva, lo mas práctico era seguir por donde venía caminando. Eso hice. Seguí caminando, segui caminando, pero la calle no llegaba nunca, divisaba el horizonte..y no había ninguna avenida perpendicular..no habia nada. Me detuve de nuevo para preguntarle a una señora que estaba asomada a la ventana de su casa, me dijo que si, que tenía que seguir caminando, pero que me convenía cruzar la avenida y retomar por la bici-senda, porque la vereda de ese lado se acababa unos metros más adelante...muy prometedor el futuro. Entonces crucé, y tomé por la bici-senda, al menos no estaba tan sola, adelante mío, dos chicas en rollers iban empujando el cochecito de sus respectivos hijos (que bueno tener madres que te llevan a pasear en rollers!).

Sobre nosotros, se escuchaba el ruido de helicópteros, imaginé que era por una cuestión de seguridad, por la cantidad de gente que se estaría juntando. Unos minutos después, vi venir hacia mi (por la avenida) policías en moto, y me repetí la misma hipótesis. Pero de golpe advertí que detrás de los policías, seguía una caravana de autos. Los autos pasaban relativamente rápido, nada que llamara la atención. Hasta que de golpe vi que de uno de los últimos, se asomaba una mano que saludaba (no sé a quien, porque no había nadie!) y saludaba, y la mano se acercó. Y miré por la ventanilla, y miré de nuevo la mano, y era...Paul Mc. Cartney!! que seguía saludando, nos saludaba, a las de los rollers y a mi, que por supuesto nos quedamos con la boca abierta porque no podíamos creer que era él, que él nos acababa de pasar por al lado (tenía camisa celeste!). Entonces nos detuvimos y nos preguntamos "viste lo que yo vi?" y nos empezamos a reir, no lo podíamos creer. Y claro, no llegué a tiempo ni a sacar la cámara de fotos ni a nada, solamente tuve tiempo de pensar que el consejo del policía al final, no había estado tan mal :-)

Después de eso, ya nada me molestó, a pesar del calor y de que todavía faltaban como 45 minutos para llegar...si, me fui a la loma del quinoto, no hace falta aclararlo. Ya en el parque, debo admitir que nunca había visto tanta gente junta, dicen que había como 200 000 personas, yo creo que puede haber sido más. Intenté acercarme al escenario, pero por supuesto, fue imposible. Estaba repleto de gente, apenas podia divisar el costadito. Entonces, decidí ubicarme en la parte de atrás del escenario, en donde habían instalado una pantalla gigante para verlo desde ahí. Claro que no sería lo mismo, había que creer que ese era el espectáculo que estaba pasando del otro lado en vivo y en directo..pero al fin de cuentas, creo que era preferible verlo bien en la pantalla y no tener que imaginar quien era la persona que estaba en el escenario.

Me senté entonces comodamente en el pasto, y esperé unas dos horas hasta que comenzara. Los teloneros fueron The steels (o algo asi...olvidable) y Pascal Picard (una québécoise que canta en inglés, estilo folk rock, aunque grita demasiado para mi gusto, pero simpática..y ella tampoco habia visto nunca tanta gente junta). Finalmente, a las 21h30 en punto, llegó él, yo ya lo sabía, con la camisa celeste...y lo que vino después es sencillamente inolvidable. Algunos temas de su etapa solista que no nos interasaban tanto, salvo "My Love"...y lo que no se hizo esperar, mucho Beatles, la mayoría fueron canciones suyas y dos homenajes: una versión de "Something" absolutamente conmovedora (aunque lamentablemente ya me había quedado sin pilas en la cámara por querer grabarlo todo desde el principio) y una version de "A day in the life" "para mi amigo John", aunque sabemos que ya no eran tan amigos pero qué importa, por suerte lo fueron en algún momento.

Acá van algunos videos de lo que pude llegar a grabar. Fuera de mi registro, pasaron "Let it be", "Penny Lane" "Hey Jude" "Get Back" "Yesterday" "I want to hold your hand" "She came into the bathroom window" "Michelle" "Eleanor Rigby" "Good day sunshine" y otras..Para mi, fue la felicidad de cantarlas a todas con él, como las canté tantas veces deseando haber nacido en otra década, pero finalmente el destino nos unió en una avenida de Québec, un 20 de julio de 2008. La vida es sueño.

(Y va dedicado, a mi amiga María, a mi tio Martín y a mi papá, porque gracias a ellos los descubrí)

(aclaración: el sonido no es muy bueno, y a veces la imagen se mueve porque yo bailaba...pero se ve)

Drive my car





All my loving



Got to get you into my life





My Love



The long and winding road

viernes, 4 de julio de 2008

Vivo en un zoológico?

...creo que sólo falta el monito.

Kitty escapando de mi terraza
.

Bruce, el perro de mi vecino


Genoveva, la ardilla, subiendo al árbol de mi ventana



Domingo (pelado) de vacaciones unos días



martes, 1 de julio de 2008

Woody Allen en Montréal

Y finalmente llegó el día...salí apurada al teatro "Place des Arts", sala "Wilfred Pelletier" con mi entrada comprada hace como 3 meses, orgullosa de mi actitud previsora, pensando en los que tuvieron que salir a comprar la entrada apurados, temblorosos de no encontrar un buen lugar, no como yo, que la compré a tiempo, por supuesto, no la entrada mas cara, pero el precio suficiente como para asegurarme un buen lugar.

Diez minutos antes de que comenzara el concierto, ya estaba en la puerta del teatro, por suerte no había que hacer cola, sólo subir y buscar la ubicación. Como el resto de la gente, subí por la escalera mecánica, y como otro grupo de gente, después tomé la segunda escalera. Entusiasmada me dirigí a la puerta, "no, es más arriba". Bueno, busqué la siguiente escalera. Ya quedábamos menos, otro piso más, y otro más, creo que al final éramos 5..el paraíso es para los elegidos, dicen.

Si, para la gente a la que le ven cara de naba como a mi. "Balcón F fila 28" significa, "anteúltima fila del último piso, más o menos por el medio tirando a la derecha, arriba de todo el mundo". Entonces me acordé de la vendedora, de la madre de la vendedora, de su hermana, de la bisabuela. Cuando ya estaba llegando al chozno nacido en el pueblito de pescadores del sur de Francia, apareció una pareja de setentones, se sentaron al lado mío. La señora miró su butaca, miró la entrada, miró el escenario, me miró a mí (..y,.. tengo cara de naba) y me preguntó "pero a vos también te dijeron que era una buena ubicación?"..ah, bueno, me sentí un poco mejor...discriminan a los nabos y a los ancianos, algo de consuelo. Le dije "ah, pero peor hubiera sido en la última, señalando a los que estaban sentados atrás mio, si, había como 10"



7h30 en punto empezó, tal como estaba programado. Primero entraron los músicos y después él, y en cuanto empezó a tocar me olvidé de todo, me acordé de todas sus películas, de Mia Farrow, de Diane Keaton, de Jude Law...y bueno, no era tan terrible al final. Y tocó y tocó, y cuando nos saludó..ay, no lo podía creer estar escuchando esa vocecita, jeje.

El zoom de la cámara resultó ser bueno aunque me di cuenta casi al final, es que nunca estuve a 45 km del escenario, pero finalmente algo registré





Finalmente tocó casi 3 horas, hizo como 5 bises y entró a saludar como 6 veces, si..es un tipo encantador, que logra como siempre, hacernos sonreir.

Inolvidable!